miércoles, octubre 23, 2024

El Gobierno de Salta quiere autorizar que se desmonte en un mes más que en todo 2020

Greenpeace Argentina advirtió que entre diciembre y enero el Gobierno de Gustavo Sáenz convocó a audiencias públicas con el fin de habilitar el desmonte de siete fincas de un total de 28 311 hectáreas, el equivalente a una Ciudad de Buenos Aires y media. Salta busca así batir su propio récord en esta práctica destructiva y peligrosa.

Estas autorizaciones favorecerían a empresas como Quebracho Colorado, de los hermanos Gabel, responsable de arrasar con el hábitat del yaguareté, pero también a Cresud S.A.C.I.F. y A., de los Elsztain, al ingenio azucarero San Isidro, entre otras.

Lejos de ser una novedad, relevamientos de la ONG ambientalista dan cuenta de la profundización del histórico desmonte en territorio salteño: en 2020 se deforestaron 20 692 hectáreas de bosques. Entre 2014 y 2019 han desaparecido 176 563 hectáreas de bosques en Salta, que lidera la deforestación en Argentina junto a Santiago del Estero, Chaco y Formosa. En mayo de 2020 la NASA llegó a destacar como imagen del día una comparativa de las consecuencias de los desmontes en el Gran Chaco en los últimos veinte años. Un 20 % se convirtió en tierras de cultivo o pastoreo.

“El gobernador Sáenz aprovecha la pandemia de covid-19 para darles vía libre a los desmontes. En un mes pretenden autorizar más de lo que se deforestó en Salta durante todo el año pasado”, expresó Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de bosques de Greenpeace, quien recordó que el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de la provincia está vencido desde 2014. Además, alertó que, con las actuales restricciones de circulación a causa de la pandemia, no se garantiza la participación en las audiencias públicas de las comunidades afectadas.

Un crimen socioambiental

Los desmontes sin freno también aumentan el riesgo de proliferación de enfermedades como el dengue y la leishmaniasis [1], advierten sobre las consecuencias sanitarias de la destrucción del equilibrio natural. “Con la deforestación actual podríamos estar preparando el escenario de futuras pandemias de origen zoonótico, además de empobrecer la calidad de vida de todos. La actitud del Gobierno de Salta es completamente ilegal e irresponsable”, afirmó Cruz, cuya organización impulsa una petición para que se prohíban y penalicen los desmontes y los incendios forestales en todo el país.

La combinación entre pandemia, crisis climática y desmontes no podría ser peor. Una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global, proviene del uso de la tierra, en gran medida por el dióxido de carbono liberado a través de la deforestación.

“Más desmontes significan más cambio climático, más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades”, concluyó Cruz. Los bosques, hoy liquidados impunemente por la voracidad de topadoras, cumplen un rol fundamental: son sumideros naturales de carbono, lo que significa que pueden absorber y capturar mediante la fotosíntesis el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, devolviéndole oxígeno. Gracias a este almacenamiento se reduce la concentración de CO2 en el aire, lo que tiene consecuencias favorables para el balance de la temperatura terrestre.

En lugar de proteger los bosques nativos, los Gobiernos siguen avalando su destrucción con una visión de corto plazo en beneficio de los intereses económicos de empresarios y terratenientes.(LID) Por Valeria Foglia
Foto: Leandro Herrera (Greenpeace)

[1] Se trata de un conjunto de enfermedades zoonóticas y antroponóticas causadas por la picadura de protozoos del género Leishmania.

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