A pesar de que la provincia cuenta con un sistema integrado de vídeo vigilancia, los robos de bicicletas continúan siendo moneda corriente en el microcentro de la Ciudad. Bicicletas con cadena y candado, estacionadas a plena luz del día o a metros de la central. Nada frena los robos contra trabajadores que sólo cuentan con una bicicleta como su mas preciado instrumento de trabajo.
Es un tema impactante porque el hecho de que un delincuente se anime a operar en una zona que no posee puntos ciegos para el sistema de cámaras, es muestra de que se saben impunes. Saben que ni un sistema que nos cuesta a los salteños 450 mil dólares por mes los va a poder frenar.
Paula, una de las perjudicadas narró que en la policía «Me dijeron que, como civil, no puedo acceder al vídeo de las cámaras de seguridad y que debía esperar a que la Fiscalía actúe». Luego agregó: «hice una ampliación para pedir que, con carácter de urgente, se derive el tema a Fiscalía y ahí quedamos».
Es sabido que en temas como estos se debe actuar rápido para evitar la reventa, pero ni la policía ni la Justicia salteña dan respuestas, ni siquiera cuando cuentan con la mejor tecnología.