En el momento más crítico de la pandemia, en la Cámara baja provincial decretó la creación de nuevos cargos, en planta permanente y con la categoría máxima. Una vergüenza.
En plena pandemia, mientras la provincia subía los impuestos y comenzaba la crisis económica más brutal en la historia de nuestra patria, en la Cámara de Diputados de Salta se desató un festival de nombramientos, en planta permanente y con la máxima categoría.
Para poder nombrar a más personas, primero se debían crear cargos. Así es que el 18 de junio del 2020, se ordenó “modificar el organigrama vigente, en los Sectores de la Secretaría Legislativa” y la creación de “el Sector Asesoría Legislativa, dependiente de la Secretaría Legislativa, con la correspondiente Jefatura y Subjefatura».
Acá podemos ver la modificación del organigrama, donde se ve claramente como sale por el costado una nueva raya con nuevos cargos. Todo esto mientras en Salta se subía los impuestos, porque había que afrontar la crisis, y en la Legislatura provincial, bajo la firma de Esteban Amat Lacroix, presidente de Diputados, se creaban nuevos cargos.
Pero esto no termina ahí. Los cargos fueron designados, lógicamente, a los amigos, y para el colmo de los males en categoría más alta (categoría 10) y en planta permanente.
¿Cuánto cobra un cargo categoría 10? Como un diputado nacional, es decir, arriba de los $200 mil. Si le sumas un título universitario puede aumentarse un 60%, lo cual la suma asciende a más de $300 mil. De bolsillo, claramente.
Ahora, ¿quién es el secretario administrativo de la Cámara de Diputados? Gastón Galindez y lo increíble de este señor, es que terminó designándose a sí mismo. Con la categoría más alta, por supuesto. Esto fue el 24 de junio, el 18 de ese mes se crearon los cargos.
Es increíble, porque se crean los cargos, se nombran asimismo. Raúl Romero Medina fue designado como secretario Legislativo, categoría 10 y planta permanente, al igual que Pedro Mellado.
En el caso de Marcelo Villagrán, ahora jefe de la División Archivo General, y Hugo Pablo Pfister Frías, jefe de la División Recepción y Registro, tienen un cargo en planta permanente, acompañados de una lista de señores que forman parte del Agrupamiento Político.
Todos ellos hoy están en cargos políticos, ahora les crean un cargo y los ponen en plata permanente y, por si no se dieron cuenta aún, le dan licencia de entrada.
Todos estos cargos, insisto, mientras se subían los impuestos para sostener la pandemia, mientras se fundían las pymes, mientras los salteños no tenían ni para comer.
Pero, lejos de quedarse en un malestar general por la falta de ética y consideración por parte de nuestros legisladores, se suma un plus especial. Esto, ya es el colmo de la indignación.
Aparte de haber nombrado a toda esta gente, ordenaron que estos nuevos funcionarios tengan la libertad de cobrar el sueldo que les sea más conveniente. Increíble, en pocas palabras, pueden elegir el sueldo que quieran.
No solamente se crearon cargos que no existían, se pusieron ahí a los amigos, metieron unos sueldasos bárbaros, y les dijeron que “aunque no ejerzan el cargo si les conviene cobrar el sueldo de planta permanente, cóbralo igual”.
