La localidad de Aguaray ha vivido desde el año pasado momentos de zozobra a partir de las denuncias, juicios políticos, destitución, intervención y finalmente la intervención y detención del ex intendente de esa localidad del norte del departamento San Martín, Enrique Prado.
Cuando el Gobierno de la Provincia decidió intervenir la comuna las cosas estuvieron tranquilas pero solo un par de semanas, hasta que el delegado de la departamental San Martín de ATE, Fermín Hoyos, exigió el cumplimiento de una serie de compromisos con el personal municipal. Eso desencadenó un paro de actividades de 10 días hasta que el interventor, Adrián Zigarán, se avino a cumplir con un incremento de salarios y otras exigencias que habían sido volcadas al inicio de la intervención.
Las cosas volvieron a la tranquilidad pero no por mucho tiempo. La última semana de diciembre, como lo explica el concejal Sergio Nieva (PJ) «el Concejo Deliberante -con la mayoría simple de los que antes denunciaban la corrupción de Prado-, aprobó a libro cerrado el presupuesto y la ordenanza tarifaria.
Nieva explicó que esos ediles, «ahora están contentos con la intervención porque les pagó todas las dietas que el exintendente les debía».
Y agregó: «Solo 40 minutos nos llevó la aprobación, y a diferencia de lo que sucede en cualquier municipio, el presupuesto del año 2021 no fue analizado en ninguna comisión, no fue debatido y llegaron al extremo de no darnos copias a ningún concejal».
Más adelante, el edil norteño explicó que la única «copia la tenía Guillermo Aleman, el presidente del cuerpo, que desempató a favor del actual oficialismo para aprobarlo, pero violando la carta orgánica municipal. Para aprobarlo en general necesitaban los dos tercios, pero lo aprobaron a libro cerrado con mayoría simple».
Para reforzar sus argumentos el edil precisó que «supuestamente yo y otros dos concejales que pertenecían a la línea de Prado éramos los que convalidábamos todo lo malo que hizo el exintendente. Pero apenas llegó la intervención Adrián Zigarán les pagó a los 4 exopositores dietas que nunca les habían pagado».
Y continuó: «A mí, Prado también me debía y esta gestión me abonó una parte. Hay que ver si las obras detalladas no son un dibujo para justificar un presupuesto de $480 millones»
Obras difíciles de entender
Nieva explicó que “con el paso de los días pude encontrar una copia del presupuesto. Y descubrí que para el paraje Acambuco se proyectó una rotonda de 20 millones de pesos. Parece una broma de mal gusto y la gente de esos parajes que están tan alejados, que tienen tantas necesidades y tantas dificultades, que no tienen electricidad, agua y muchísimas dificultades para bajar al pueblo de Aguaray en epoca de lluvias, me decían que quizás quieren que las vacas y caballos vayan a dar vueltas.
Ni el interventor ni su gente conocen Acambuco, que está a 70 kilómetros, en medio de los cerros, donde los vecinos necesitan urgente una pasarela porque cuando el agua de los cerros baja les impide cruzar y no pueden llegar al camino que los lleva al paraje Piquirenda y la ruta 34”.
El estimado incluye, por ejemplo, pavimentación y obras de cordón cuneta.
Viviendas financiadas por la comuna, en duda
Otras de las obras que Nievas detectó como “muy difíciles que se lleven a cabo es la construcción de 15 viviendas. Que yo sepa las viviendas las hace el IPV, no las construyen los municipios. Y menos en Aguaray, donde el gran problema que tenemos es que no hay terrenos disponibles, están todos ocupados”.
“En esa obra, al menos en el presupuesto, no se definen cuanto costará cada una, dónde se van a construir, si se harán por administración o se licitarán, ni ningun otro detalle. Solo se las menciona y se les adjudican millones de pesos. A mi entender es solo para justificar las cifras, dentro de un presupuesto que rondará los 500 millones de pesos, una cifra demasiado importante, que debería volcarse en mejorar la vida de los vecinos, no solo del pueblo de Aguaray sino de todos los parajes. Pero los ahora oficialistas aprobaron sin siquiera leerlo y estamos en una situación que no nos deja tranquilos”, dijo.
Luego cargó contra sus pares: “Es increíble que los que antes luchaban contra la corrupción ahora sean capaces de aprobar un presupuesto tan grande sin haberlo ni siquiera leído. Tengo la certeza que se estarán enterando ahora por esta información el tema de la famosa rotonda de Acambuco”.
Quien negó que el cuerpo haya aprobado el presupuesto a libro cerrado fue la concejala Sandra Fernández.
“En los presupuestos del año 2018 en obras públicas había una partida de $22 millones y en 2019 era de 24 millones. En este presupuesto están previstos para obras públicas $118 millones. Algunas que ya estaban firmadas con la provincia como la Av. Mariano Moreno y cordón cuneta”, dijo la edil.
En defensa de todo lo aprobado para 2021
La edil Fernández, precisó que como “desde 2013 en Aguaray el IPV no hace viviendas, por primera vez se estableció una partida presupuestaria para eso”.
Además, destacó que “para el Concejo Deliberante ahora hay un partida, que incluye todos los gastos y reparación del edificio donde funciona el cuerpo”.
Más adelante Fernández lamentó que “los 3 concejales hayan llegado nada más que 5 minutos antes a pedir la documentación pertinente, cuando ya el contador de la intervención nos había dado todas las explicaciones durante 3 horas a los que estábamos presentes”, aseveró.
Pero nunca explicó la edil norteña donde se prevé que se ubicará la construcción de las viviendas presupuestadas, dado que, como su par Nievas afirma, en el pueblo no hay terrenos disponibles, siendo esa la razón por la que, sin dudas, el IPV no pudo planificar viviendas en la localidad norteña.