La papa andina, el maíz y las habas son un alimento de gran valor nutricional y aportan a la economía de la región. Además, hay otros cultivos que se adaptan a la zona como la cebada, que se siembran en menores cantidades.
El abono utilizado es el guano o bosta de cabra u oveja; de esta manera se evita el uso de agroquímicos. La tierra se ara utilizando bueyes, o burros, que tiran de un arado hecho en forma casera, artesanal. Esta técnica data de tiempos ancestrales, y se enseña de generación en generación. Los padres transmiten la enseñanza a los hijos, y así el conocimiento no se pierde.
Los cultivos se riegan con agua que proviene de los ríos o vertientes naturales. Para ello, se utilizan acequias que en tiempos modernos se reemplazan por mangueras, que llevan el agua hasta los sembradíos.
Los cultivos sin agroquímicos que se ven en la imagen son papa andina, alfalfa y cebada, que fueron sembrados en agosto. Cabe destacar que la papa andina se siembra en diferentes variedades, ente ellas la papa lisa, tuni, churqueña, collareja, papa verde y oca.