La negociación salarial entre la Municipalidad capitalina y los gremios quedó estancada en la oferta salarial de un incremento de sólo un 30% “hasta setiembre” que no llega a cubrir la suba del costo de vida previsto en un 40%. Y para compensar el desfase del 2020, la intendenta Romero propone otorgar dos bonos extras ahora y el segundo en agosto. Mientras tanto, la gestión de Bettina Romero inició una campaña de desprestigio en contra de los gremialistas.Un incremento salarial del 30% hasta setiembre, no convenció a los casis diez gremios que nuclean a los trabajadores municipales de la capital salteña, que reclaman un trato igualitario al que el gobierno de la provincia les dio a sus empleados: falta la compensación por el desfase inflacionario del año pasado. 4,5% y el bono de diez mil pesos.La intendenta Bettina Romero mandó a su coordinador político Fernando Palópolis (ante la ausencia del secretario de Hacienda, Daniel Amador con COVID) a ofrecer un incremento salarial del 30% “escalonado” hasta setiembre y cumplir en el salario de marzo con un bono de diez mil pesos, y pagar otro bono de 4 mil pesos como “ayuda especial” en agosto. “Las cuotas que se vayan pagando de ese 30%, serán incluidas en el medio aguinaldo de medio año”, dicen desde el gabinete de la intendenta. Sin embargo, los trabajadores no están de acuerdo y reclaman que el incremento sea de un 40%, como mínimo, y se les reconozca un bono de diez mil pesos como pagó la provincia.
Pero la negociación no es sólo por sueldos. Incluye también una activa campaña de desprestigio, tal como cual viene aplicando esta gestión cuando entra en polémica con algún sector. Por ejemplo, los mismos funcionarios que están en la negociación filtraron que SIMUSA, el primer gremio que estuvo de acuerdo con esta oferta salarial, se decidió en arreglar con la intendenta después que está le otorgara “tres cargos de categoría 25 a familiares de los Rodríguez”. En la reunión del martes, SIMUSA dijo que estaba de acuerdo, y los comentarios fueron lapidarios con los Rodríguez. Y entre gremialistas se sacaron en cara hasta las “medialunas y el café con leche” que se ofreció para amenizar el encuentro. ATE, UTM, y ADEMUS no estaban de acuerdo y sumaron un nuevo punto al reclamo: que se les otorgue también a ellos designaciones de categoría 25, que tiene un sueldo nada despreciable.