miércoles, noviembre 20, 2024

Juan Schiaretti avanza en la formación de un partido nacional para enfrentar a Javier Milei en 2025

Desde la provincia de Córdoba, el ex candidato a Presidente Juan Schiaretti está trabajando en la conformación de un partido nacional con el objetivo de enfrentar a Javier Milei en las elecciones de 2025.

Schiaretti y el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, están trabajando en conjunto. Mientras Llaryora, el joven mandatario, crece bajo la sombra del líder provincial, Schiaretti buscará consolidar un liderazgo nacional. Fuentes cercanas al ex candidato aclaran que, para preservar ese rol, no estará en las listas del próximo año.

Este movimiento de Schiaretti coincide con el distanciamiento de su amigo Mauricio Macri del PRO y con los intentos de acuerdo electoral que conversó antes de las PASO del año pasado con Horacio Rodríguez Larreta. La apuesta es que «Hacemos por Argentina» ya no sea una coalición electoral como en 2023, sino un partido político. Además de Córdoba, se ha inscrito el partido en La Pampa, San Luis, Mendoza, La Rioja, Misiones, Santa Cruz, Tierra del Fuego y en la estratégica Buenos Aires. En la cuestión jurídica, trabajan los equipos de Florencio Randazzo, ex compañero de fórmula de Schiaretti.

El proyecto de Schiaretti y Llaryora busca reconfigurar el mapa electoral, anticipando que Milei absorberá al macrismo y a parte del radicalismo, mientras el kirchnerismo se retira. En este contexto, están convencidos de que se avecina una reconfiguración del PJ nacional, desde donde llegan señales para acercar a Llaryora.

Hasta ahora, han habido acercamientos entre los gobernadores de la región centro: el cordobés Llaryora, el santafesino radical Maximiliano Pullaro y el entrerriano del PRO Rogelio Frigerio, quienes mantienen un excelente diálogo con la Casa Rosada, pero en privado suelen marcar fuertes discrepancias. Los tres coinciden con Milei en la necesidad de sostener el equilibrio fiscal, pero no reniegan del rol del Estado. Schiaretti lo expresó en campaña y los tres gobernadores replican que el Estado es un impulsor del desarrollo a través de medidas económicas, el sostenimiento de la educación pública y la planificación de la obra pública.

Además del trío, se mantienen conversaciones con otros mandatarios de Juntos por el Cambio como el mendocino Alfredo Cornejo, el senador Martín Lousteau, el diputado porteño Emiliano Yacobitti, y el bonaerense Facundo Manes, quien ha sumado a su entorno al exdiputado nacional Alejandro ‘Topo’ Rodríguez.

Existe también sintonía parlamentaria con diputados y senadores de provincias con gobernadores que llegaron representando alianzas amplias o partidos provinciales, aunque en algunos temas se diferencien, como ocurrió en la votación de la reversión de Ganancias. En la lista figuran socialistas, demócratas y los provinciales patagónicos Claudio Vidal (Santa Cruz), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén).

Por el norte, y como integrantes del bloque de diputados Innovación que generalmente comparten estrategias con el interbloque que conduce Miguel Pichetto, están el misionero Hugo Passalacqua y el salteño Gustavo Sáenz. También hay puentes con el puntano Claudio Poggi, entre otros dirigentes.

El denominador común, insisten quienes rodean a Schiaretti, no es la confrontación con Milei, con quien en parte coinciden, sino una propuesta alternativa centrada en la bioagroindustria y la energía. «No queremos tener unos diputados más», aclaran quienes participan de diversas tertulias, aunque reconocen que las elecciones legislativas de 2025 son una estación intermedia y necesaria. Subrayan en cambio que deben apuntalar el liderazgo de Schiaretti en todo el país y construir una alternativa.

Está claro que por convicción y conveniencia algunas ideas de Milei son acompañadas. En Córdoba, el Presidente tiene un 66% de aprobación. En parte, ese porcentaje explica el apoyo a la Ley Bases y al paquete fiscal, así como el reacomodamiento de un Llaryora que comenzó su gestión de manera más confrontativa y luego suavizó su mensaje. Ayudaron también los buenos oficios de Guillermo Francos, quien escuchó algunos de los pedidos de los gobernadores.

Los cordobeses y sus aliados describen un panorama esperanzador respecto de Milei y «proporcional al vacío que dejó el kirchnerismo». Netamente anti-K, el grupo empieza a despegarse de un Gobierno que ahora «tiene que demostrar para qué pidió las leyes, cómo resuelve los problemas y por qué demoró seis meses en consensuarlas».

Con toda esa batería ya sancionada y en plena reglamentación, el schiarettismo, el randazzismo, una parte del radicalismo y hasta del PRO, analizan las chances electorales de una fuerza de centro, «o centro popular», que potencie un modelo distinto al de la Casa Rosada. «El Gobierno busca generar dólares a través de un modelo extractivista, que podríamos simbólicamente llamar la Vaca Muerta, mientras que nosotros, del otro lado, proponemos la vaca viva productiva».

Para que se entienda la diferencia con La Libertad Avanza, mencionan una polémica frase de Milei. «No hay que convertirse en un topo que destruye el Estado, hay que administrar con equilibrio y racionalidad», repiten mientras buscan aliados entre gobernadores y diputados de Unión por la Patria, incluso en Buenos Aires, donde aprovechan disputas internas entre intendentes, el gobernador Axel Kicillof y el diputado y presidente del PJ, Máximo Kirchner.

«Milei el próximo año va a crecer y Hacemos tiene que ser un partido más voluminoso», invitan. De todos modos, aunque algunos lo piden para después de las vacaciones de invierno, aún no se animan a asomar demasiado la cabeza con un encuentro nacional

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