La cancha de Cerro El Alfarcito, o Alfarcito como normalmente se le dice en Iruya, es un lugar que tranquilamente podría pensarse como perteneciente al mundo de la fantasía. Cual escena de una película perfectamente lograda, un lugar imaginado por un gran director de cine de género fantástico, se muestra impactante al sorprendido viajero que llega por primera vez a este lugar desolado. Caminando, eso sí, ya que es la única forma de llegar (nunca se construyó un camino para llegar a Alfarcito en vehículo).
Pero la cancha es real, con dos de sus lados que caen casi a plomo, y desde la que se puede disfrutar de un paisaje excepcional. Y el viajero, atónito, se pregunta: ¿y si se cae la pelota por un costado? La respuesta queda en el vacío.