Tras el pedido de rendición de $174 millones del presupuesto 2019, se montó una operación para revocar a las autoridades del Concejo Deliberante. Denuncian una red de corrupción integrada por el intendente, Sergio Ramos e Ignacio Jarsún.
Griselda Galleguillos denunció ante la fiscalía de Delitos Económicos al ex intendente de Rosario de Lerma y actual vice presidente de la Cámara de Diputados, Ignacio Jarsún, por Corrupción de la Administración Pública. «Jarsún asumió su cargo como diputado sin haber rendido cuentas a Rosario de Lerma ante el Concejo Deliberante, sin evidenciar en qué gastó 174 millones de pesos».
La concejal y presidenta del Concejo Deliberante, relató en el programa radial de El Tintero de Salta que en Rosario de Lerma están viviendo una grave situación institucional como consecuencia de aquella denuncia que exige transparencia. «Hay un preocupante manoseo político por parte de una gran red de corrupción en todo el valle de lerma y que en Rosario se va ampliando cada vez más entre el intendente Enrique Martínez, Sergio «el topo» Ramos e Ignacio Jarsún, quienes intentaron revocar la presidencia del Concejo Deliberante», señaló Galleguillos.
Con claras intenciones de embarrar la cancha, desde algún sector que está incómodo por el accionar del CD, se montó una campaña para remover a sus autoridades y desviar la atención de lo importante: las cuentas de Jarsún.
Para lograr este cometido se utilizaron diversas estrategias que involucran como cómplices a otros ediles y hasta al gerente del hospital de Rosario de Lerma, Luis Fochi. Uno de los primeros hechos para lograr el cometido, fue trascender en los medios amigos que se había revocado la presidencia del concejo deliberante, lo cual generó una gran confusión. «Es imposible que eso suceda porque para eso se necesitan 2/3 de votos y solo contaban con 4 votos», dijo Galleguillos.
«No se puede trabajar con estas mañas, con políticas tan sucias, es muy incómodo así, porque como parte de la estrategia se están involucrando instituciones formales como el hospital público. A pesar de eso, con mi bloque igual seguimos trabajando de manera firme», sostuvo la presidenta del CD.
Otro método empleado sucedió la semana pasada, cuando el gerente del hospital Luis Fochi, emitió un comunicado oficial a los medios señalando que el concejal Gastón Liendro estuvo en contacto una persona con covid y debía aislarse. Ante tamaña acusación, el edil le pidió al médico que presente pruebas que sustenten la declaración que hizo ante los medios. Fochi tuvo que retractarse y escudarse en un error epidemiológico. Todo muy extraño.
Otra movida pergeniada para intentar cerrar el Concejo fue la publicación del concejal Rosas quien en sus redes sociales y por los medios, manifestó informalmente que presentaba signos y síntomas de covid y que había perdido el olor y sabor de las comidas y que no iba a ir al concejo, por lo tanto, el concejo debía entrar en cuarentena. Todo esto sin certificar.
«Soy consciente que no es fácil enfrentarse a tres mounstros políticos que cuentan con apoyo económico y de otras fuerzas para apañarse entre ellos. Estoy viviendo en carne propia la persecución política y el intento de destitución del lugar en donde la gente nos puso con su voto», finalizó la presidenta del concejo deliberante de Rosario de Lerma
