Este domingo 28 de julio de 2024 La Policía boliviana desplegó su fuerza en el puente internacional, desalojando a los profesionales de la salud de Yacuiba que habían llevado su reclamo a ese lugar emblemático.
Lo que parecía un desenlace previsible, tomó un rumbo insólito cuando la policía, con determinación y firmeza, cruzó la línea divisoria y entró en territorio argentino, dejando atónitos a los gendarmes que vigilaban el paso.
El bloqueo, que había sido establecido a las 10 de la mañana, parecía un obstáculo insuperable, pero la Policía boliviana no se detuvo ante la frontera. Con una coordinación precisa, la fuerza del país hermano logro despejar el puente, en una operación que parecía sacada de una película de acción.
El puente, testigo de la tensión y el drama, volvió a ser un símbolo de unión y cooperación, gracias a la valentía y la determinación de quienes no se rindieron ante la adversidad. La justicia y el orden habían sido restaurados, pero la imagen de la policía boliviana entrando en territorio argentino, quedaría grabada en la memoria de todos, como un recordatorio de que, a veces, la línea que separa la valentía de la temeridad, es muy delgada.
DETENCIONES Y TENSIÓN DEL LADO BOLIVIANO»
La calma que siguió al despeje del puente internacional fue efímera. La policía boliviana, con una determinación inquebrantable, prosiguió su accionar con una serie de detenciones que sacudieron el lado boliviano de la frontera. Los manifestantes, que momentos antes habían alzado sus voces en reclamo, escudandose detras de su amada bandera, nuevamente se encontraban cara a cara con la fuerza del Estado Plurinacional.
La media mañana de este domingo se cerraba y con ella, la sombra de la represión se cernía sobre los que habían osado desafiar el orden establecido. Los gritos de los detenidos, las caja de carga de las patrullas y los gritos de la policía y manifestantes se convirtieron en el triste corolario de un día que había comenzado con esperanza y terminaba en desesperación.
