Un locutor y periodista de Salta, que fue condenado hace dos semanas a tres años de prisión tras admitir en un juicio que abusó sexualmente de dos niñas, participó de un taller virtual organizado por el Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), lo que generó un escándalo en la provincia.
Jorge Willians Taborga Pereira pasó seis meses en prisión preventiva hasta que el 28 de junio pasado, en un juicio abreviado, se reconoció como autor penalmente responsable de cuatro hechos de abuso sexual cometidos a dos hermanas, de 5 y 12 años.
La jueza interina de Garantías de quinta Nominación María Edith Rodríguez condenó a Taborga Pereira a la pena de tres años de prisión de cumplimiento condicional por haber sido encontrado autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple en perjuicio de las niñas. Según el expediente, el locutor “de manera libre y voluntaria” reconoció ser el autor del crimen.

Taborga Pereira participó en los últimos días de un taller virtual sobre discriminación a migrantes organizado por el Consultado de Bolivia en Salta y la Delegación del INADI en esa provincia.
El director del INADI salteño, Gustavo Farquharson, dijo que la actividad era abierta, libre y gratuita para toda la comunidad boliviana de Salta, Tucumán, Chaco y La Rioja.
“Desconocíamos a esta persona y más aun su causa penal. Lamentamos mucho que haya participado del taller”, expresó Farquharson, según citó el diario provincial El Tribuno.
Los antecedentes del condenado por abuso sexual
Taborga Pereira, indicó el matutino, trabaja en el Consulado de Bolivia en Salta y en el Consulado General de Bolivia en Buenos Aires. Además, se desempeña como periodista tras graduarse en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Salta.
Además de imponerle la pena de tres años de cárcel, la jueza Rodríguez le prohibió a Taborga Pereira acercarse a menos de 200 metros de los denunciantes y de las víctimas, como también a los lugares que frecuenten y/o concurran.
La jueza también ordenó que se le tomaran muestras de ADN para ser incorporado en el Banco de Datos Genéticos.