La comunidad El Alambrado está a 7 km de Fortín Dragones en Embarcación. Allí viven cerca de 10 familias de la etnia wichi, que ante la visita del medio independiente Amtena, las familias evidenciaron los problemas de tierra que los acecha, pero ni el intendente Carlos Funes ni los concejales se hacen cargo de ayudar a esta comunidad que habita un pedacito de esa localidad norteña: «dicen que estas cosas a ellos no les incumbe».
La mayoría de las comunidades de Fortín Dragones no tienen acceso al agua y, el estado que les pide que no se olviden de lavarse las manos, se olvidó de garantizarles el liquido vital. En el Alambrado los miembros reclaman que les acerquen nafta para hacer andar el grupo electrógeno y sacar agua. Esa agua no está tratada, por lo tanto, no es segura.
La comida también está ausente, la ayuda del estado no la están pudiendo cobrar porque para viajar a otras localidades les solicitan permiso de circulación y se les complica el traslado.
Una de las familias tiene un hijo discapacitado que debido a tantas carencias que afligen a la comunidad, duerme en el piso, como muchos de ellos.
La situación crítica de esta comunidad no es ajena al resto. «La misma historia se replica en otras comunidades: la misma realidad desprovista de lo esencial para la vida, que se incrementa por la situación sanitaria mundial», señalaron desde Amtena