En el video, gentileza de una testigo de los hechos, se observa como en horas cercanas al mediodía, un inspector de Saeta baja de una unidad a una madre y a su hija discapacitada.
La misma, según relatos de la testigo, le explicaba al hombre que recién habían salido de una consulta en el hospital Materno Infantil y debían dirigirse a otro nosocomio, mientras le mostraba los pedidos médicos que comprobaban lo dicho.
Ante la insistencia del inspector del corredor 2F, la mujer tuvo que descender de la unidad junto a su niña.
Es de público conocimiento que el uso del transporte público está limitado para trabajadores esenciales y exceptuados; y para jubilados que deban cobrar sus haberes según la terminación del DNI.
Además, está totalmente prohibido que menores de edad permanezcan en las unidades, lo que es entendible teniendo en cuenta la emergencia sanitaria en la que nos encontramos.
Pero ¿Cómo hacen para trasladarse quienes tengan algún tipo de urgencia y no cuenten con el dinero suficiente para pagar un taxi o remis? ¿Cuántas posibilidades de llamar a una ambulancia y que llegue a tiempo existen?
Una vez más quienes resultan más perjudicados son los más vulnerables, aquellos que ante una situación de emergencia deben elegir entre comer o pagar un transporte privado, o acudir a la solidaridad de algún vecino que los pueda trasladar.