En septiembre, con el cambio en el ministerio de Salud Pública de Salta, poco más de 800 trabajadores ingresaron a cumplir diversas funciones en diversas áreas de la cartera sanitaria siendo vinculados como Monotributistas.
Así fue que se cubrieron vacantes en enfermería, en radio operadores, choferes y paramédicos del SAMEC, personal de limpieza y administrativo en hospitales, entre otras funciones.
La mayoría de los convocados, gestionó la apertura de una cuenta bancaria y la inscripción en AFIP como monotributistas, para lo cual en algunos casos requirieron los servicios de un contador y desembolsaron el correspondiente pago de honorarios profesionales.
Desde ese momento hasta ahora, está pendiente el pago por los servicios prestados. La injustificada dilación de un trámite que debiera tener carácter de urgente -porque se trata de un servicio esencial y por estar siendo sostenido por personas que no cuentan con otros ingresos-, no tiene una explicación razonable y abre el interrogante una vez más sobre cuál es el estado real de las finanzas provinciales.
La mayoría de los trabajadores tienen expectativas de permanecer en sus puestos y funciones y aunque no estén de acuerdo con la vinculación laboral de informalidad e inestabilidad, entienden que no sólo tienen la necesidad del trabajo sino también que lo cumplieron con esmero y dedicación asumiendo los riesgos sanitarios. Sin embargo, esa misma inestabilidad es la que -por ahora- los inhibe de hacer un reclamo público.
